martes, 2 de septiembre de 2014

Cuando la palabra amistad se vuelve falsedad coloreada

Cómo echo de menos la palabra amistad acompañada de una sonrisa cuando estaba sentada en un pupitre de escuela con tan solo cinco añitos. Y es que a esa edad no se llega a tener la suficiente maldad como manejar a nuestro antojo a aquellos que llamamos amigos.


Estas primeras líneas pueden decir mucho sobre mi pasado, pero más dicen del presente, y es que no todo el que te llama amiga es tú amigo, no todo el que te llama compañera se comporta como tal y no todo el que dice apreciarte te mira con buenos ojos. 

Durante años he caminado y trabajado junto a personas con todo tipo de ideales, culturas y edades. Pero solo dos personas me han regalado los oídos con dulces palabras que escondían falsedad para obtener algún tipo de beneficio, manejando mi ciega bondad, día a día. Y es que a lo mejor la falta de madurez de aquellos tiempos me pasa factura en el presente, no entendiendo este tipo de comportamientos, causándome los mismos una decepción tremenda.

Hoy me doy cuenta que esas defensas con uñas y dientes en mi puesto de trabajo, esas confesiones de lo más profundo de mi vida privada, esas muestras de cariño, esas lágrimas cuando sus vidas no eran las que ellos querían… caen en sacos rotos. Ni una simple llamada, con un ¿Cómo estás? sin que venga acompañado de la petición de un favor. Todavía recuerdo cuando hace un lustro os di la noticia de mi boda junto a una invitación que no fue correspondida por vuestra presencia en el día más importante de mi vida.

Con complejo de naranja, pienso que si ya no dan señales de vida es porque me han exprimido todo el jugo necesario para sus intereses. Que no han sido pocos durante este período de falsedad envuelto en un papel de amistad color púrpura.

Amigos míos, que con arrugas en vuestro rostro y canas en el cabello, dejáis a un lado esos momentos vividos, gracias por hacerlo. Si no hubiera sido así, seguiríais sacándome las entrañas y quitándome la fuerza positiva que os irradio aunque ya no estéis a mi lado.

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