Con tantas medallas como un teniente coronel de la Armada
Ultimamente alucino con el afán de protagonismo que tienen algunos seres que habitan en este mundo, cada vez más hipócrita. Ojeando la prensa diaria, encontré una noticia que hacía referencia a una localidad de la provincia de Cádiz, que hace muy poco ha habilitado una zona para perros en la playa. A simple vista parece una noticia normal, y sin mayor transcendencia, pero tirando de hemeroteca, encuentro que este tema, que el actual gobierno bipartito vende a bombo y platillo como un proyecto propio, resulta ser una petición de un partido minoritario y sin representación municipal. Idea, por cierto, presentada en numerosas ocasiones por registro, y que los que hoy se cuelgan la medalla por su reciente creación, anteriormente no le echaban ni cuenta.
Y vosotros pensaréis… ¿Qué hay de malo en todo esto? Nada, absolutamente nada. Yo encantada con una playa para perros. pero no dejo de reconocer que a algunos les gusta apuntarse el tanto, aunque no hayan tenido nada que ver con la idea.
Esta noticia solo es un ejemplo para llegar al fondo de lo que realmente os quiero contar. Como este tema hay cien mil, y más en este rinconcito del que os detallo, roto por la dejadez de sus políticos. Un lugar que por desgracia, la prensa tiene que llenar páginas hablando de mascotas y temas sin ningún interés para callar y esconder las heces que esparce por los rincones el propio político a causa de sus imputaciones.
Asuntos de poca chicha como este, llenan las portadas y espacios todos los días, porque no hay nada más. ¿Dónde está ese trabajo de fondo en materia de empleo, educación, servicios sociales, cultural, etc…? Ese que a todos los ciudadanos les interesa. Sí, sí el que les interesa, el de inauguraciones, el de visitas, el de datos de turismo, el de exposiciones… Ese está muy bien, pero ya muy quemado, ¿No creen?
Medallas, aplausos, golpes de pecho, y la frase “estamos trabajando por esta localidad”, son archiconocidas y fieles compañeras de estos señores, esos que levantan el rosto y la mirada al frente como si fueran dioses del Olimpo, personas como tú y como yo que por ocupar un puesto en una administración durante “X” tiempo se sienten con el poder de quitar y poner a su antojo lo que les viene en ganas. vendiendo humo en numerosas ocasiones porque no da para más.
El tema daría para mucho, pero siempre acabaríamos donde mismo... Y no me quiero poner pesada, ya que hoy estoy llena y un poco cansada. Muy señores míos, agárrense los machos y no escondan la cabeza, convoquen al pueblo a que conozcan su trabajo, si es que hacen algo… No piensen que su alrededor brilla con luz propia, porque ustedes están apagados. No omitan información, y comuniquen cosas banales sin ningún sentido, porque la gente no es tonta.
Dejense de colgarse medallas, porque no las merecen.
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