Me encanta ver a dos personas del mismo sexo besarse en la boca, no porque sea morbosa, que también, sino por la simple razón de ser fiel defensora del amor entre personas. 

Aunque si vuelvo a visualizar la foto del momento inmortalizado de Pablo Iglesias y Xavier Domènech ambos de PODEMOS, me da la risa y saco una simple conclusión a los hechos, la de “populismo”. Y es que a falta del niño de Bescansa, Podemos utiliza este recurso para salir en primera plana en la prensa, ya que su cuadriculado y aburrido discurso ya no vende en los medios como antes. 

Tácticas muy populistas que uno puedo hacer a pie de calle, y no pasa absolutamente nada, pero si la trasladamos a las cuatro paredes del edificio del Congreso, se salen fuera de la normalidad. Es más incurren en una total falta de respeto a los que allí presidían en aquel momento y a los seguidores que a través de la televisión y posteriormente por las redes sociales ha vivido este panorama sensacionalista. De auténtico cachondeo, tomando el Congreso como diría aquel “como el coño de la Bernarda”. 

Tengo amigas en la política y compañeras periodistas las mismas con las que guardo una excelente relación y que en más de una ocasión hemos mostrado nuestro querer con un beso como el de los podemistas. Eso sí, con la única diferencia de haberlo hecho sin dar escándalos. Claro que nosotros no íbamos buscando la noticia, ni las portadas para dar de que hablar… De ser así que esto se tomará de costumbre, estoy viendo el citado edificio como sede para que los recién casado tomen sus fotos de boda en mitad de una de esta sesiones. 

Así las cosas y bajo estas conclusiones, ¿Qué será lo próximo? Viendo lo visto, lo siguiente puede ser un “pedo sonoro y oloroso” en mitad de alguna de las intervenciones de algún grupo. Haciendo chiste de lo ocurrido, me reafirmo en que su actitud ante lo que le rodea, es buscar la fama para salir en los medios. Y es que últimamente vale todo en política… Hasta comerse la boca.