La política … puro interés
Eso de “te quiero por el interés”, es algo muy presente en la sociedad de hoy día. Y en el ámbito político más. Hay algo que me llama francamente la atención y les voy a explicar por qué.
Desde hace años, y por mi profesión he podido comprobar, por un lado lo que es capaz de hacer una persona por ocupar un puesto en una lista de un partido político, aunque sabiendo que con esas siglas no comparten afinidades, únicamente la de ganar pasta, y otra y no menos importante la superioridad que recorre por su cuerpo cuando ocupan un sillón. Y este no tiene porque ser de máximo regidor, nos vale con simple concejal o cargo de confianza, que al fin y al cabo llegan a ser igual (#IroníaSI).
Con ello referirme a ese/a, que no le importa militar en un partido de izquierdas, fotografiarse con uno de centro y terminar componiendo las listas de un partido de derechas.
Siguiendo en esta línea, ni que decir tiene, algo aun para mi parecer más denigrante, como son aquellas personas que imagino sin darse cuenta, perrean detrás de los mandamases de los partidos, en busca de un puesto en la lista de salida de cara a las elecciones. Gente que nunca ha hecho vida en el seno político y de la noche a la mañana, acuden a todos los actos, se fotografían, y correr detrás de algunos para colocarle bien la corbata o llevarles el bolso. Risas falsas, teñidas de puro interés por subirse al carro, y comer durante cuatro años de la sopa boba.
Muy críticas mis palabras, pero he de decir que esto, no es lo peor de todo, lo más lamentable es cuando esos mismos que han ido trepando, o simplemente han llegado al poder, porque sí… Hoy miran por encima del hombro a todo el que pasada a su lado.
Gracias a Dios, no todos son iguales de una lista de 25, tres son los que se salvan de estos ejemplos subjetivos.
Para finalizar, una petición a todos los partidos, tengan el color que tengan. Elijan con cabeza a sus representantes, y no al primero que les ría las gracias, u os defienda con uñas y dientes por las redes sociales. Y una cosa más, prescindan de esos cargos de confianza, que al fin y al cabo son hombres y mujeres que hay que colocar, para pagar favores de antaño, que os hacen un flaco favor, sea dicho de paso.
En la política no existen amigos, ni personas afines, sólo seres que se mueven por el interés...
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