miércoles, 2 de septiembre de 2015

Hermanos


Hoy me gustaría hablaros sobre la palabra hermanos y lo que ella significa para mi...

Es difícil a veces expresar el amor con palabras, ya que es un sentimiento infinito que no se puede describir, sino sentir. Y es que no hay mejor manera que poderlo comprobar en tus propias carnes.

Recuerdo todavía cuando era pequeña, y le pedía a mi madre insistentemente la llegada de un hermanito a casa, y además gordito. Por pedir que no quedara. Un buen día el milagro de la vida, nos premio a mis padre y a mi con ese regalo. Era lo más bonito que había tenido nunca en mis brazos, ni de lejos se parecía a los muñecos que tenía en casa imitando a un bebé. Esta vez la realidad superaba a la ficción.

Los años fueron pasando, y las riñas entre nosotros sucedían una y otra vez. Entre otras cuestiones porque él era el más chico del hogar y el más mimado. Muy quisquilloso que tan chiquitín me hacía de rabiar muchísimo. Hoy día puedo decir que esas risas de niños, se han convertido en el cariño más puro que puedan tener dos personas. No me hago a la idea de estar sin él solo una semana, aunque tengo que hacer de tripas corazón, ya que se está labrando un futuro fuera.

Todavía recuerdo el primer día que partió para otras tierras, y ví como se iba ese autobús, la pena tan grande que embriagaba mi ser, hizo que saliera corriendo al baño, para que nadie me viera llorar. Aun después de años, me sigue pasando igual. Tengo que tragar saliva, y dejar de pensar en que se va.

Sin lugar a dudas el mejor premio que te puede dar la vida no es una primitiva, sino un hermano con el que compartir, reír, llorar y disfrutar cada segundo de todas y cada una de las sonrisa que pueda sacarte a lo largo del día.

Yo ya te tengo, espero que nunca me faltes

TE QUIERO.

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