Entrando en materia hay que destacar el poco interés que suscitó el debate, al cual han tachado de aburrido y monótono al cien por cien. Es cierto que el comentario generalizado del mismo se resume en el “y tú más” de ambos candidatos, los cuales metieron la pata desde el principio. El primero en hacerlo fue Sánchez, que con su voz de galán dirigiéndose a cámara, quiso echar mierda encima del presidente, afeándole su ausencia en anteriores debates, aunque no pudo finalizar esta crítica ya que el moderador interrumpió al socialista para pedirle amablemente que se ciñera a la pregunta, que es para lo que estaban allí. Seguidamente tomó la palabra Rajoy, que de igual forma dirigiéndose a cámara, parecía leer y leer lo que estaba diciendo en su primera intervención. Algo poco profesional que hacía vislumbrar como se desarrollaría los siguientes bloques de preguntas.

Pasado los primeros diez minutos la cosa fue animándose, eso sí con mala educación e interrupciones que la mayoría de las veces protagonizaba el socialista, Pedro Sánchez. El señor Mariano tampoco se quedó atrás, quién intento por activa y por pasiva desmontar el corto argumento del PSOE, preparado para la ocasión. Unos razonamientos basados en los mismos tópicos de siempre, que dejan atrás esa luz de cambio que lleva por bandera estas siglas desde el principio de su campaña.

En resumidas cuentas, un encuentro televisivo poco productivo para populares y socialistas. Y con ello me refiero a que Sánchez y Rajoy, han pasado sin penas ni gloria por este asunto, que lejos de beneficiarles para los posibles votantes que pudieses adquirir tras la celebración del mismo, no les ha servido para nada. Bueno sí, para que los socialista que no comulguen con el nuevo candidato socialista, opten por irse a nuevas formaciones de izquierdas. 

Pensándolo fríamente, el problema no fue el debate en sí, sino sus candidatos. Por un lado esta Rajoy que muy quemado por los hechos acaecidos en estos últimos años, no llega a los ciudadanos, los cuales siguen viéndolo como el malo de la película, los mismos que no lo dejarán cuatro años más para demostrar si sus medidas realmente son las más adecuadas para la nación o no. Porque estarán conmigo de que en cuatro años no da tiempo de arreglar los desperfectos con los que el país contaba tras la salida del anterior gobierno.

Y por el otro lado esta Pedro Sánchez, el que bajo mi modesta opinión, se está cargando la campaña socialista desde el minuto cero. Y no lo digo yo, lo dicen los añejos socialistas y algunos nóveles, que no se tragan las apariencias de este nuevo fichaje para poder cara a unas siglas con años de historia y lucha en España. En la actualidad existen compañeros mejor preparados, con más carisma y más curtidos en la política que Sánchez, al cual todos conocen como “el guaperas de PSOE”. Si tuvieran que darme a elegir, alguna de las personas para encabezar el puesto de candidato/a para las filas de obrero español, sin duda alguna me quedaría con la presidenta andaluza, Susana Díaz. Pero claro, a mi no me van a pedir mi opinión…

Dicho esto, un debate más donde no se saca nada en claro, y donde los ciudadanos, al igual que digo siempre, deben de estudiar uno y cada uno de los programas de cada formación y votar acorde a sus ideales y las propuestas que presentan en beneficio de todos. NO dejarse guiar por las apariencias, porque estas engañan.