De todos es conocido el paso de las administraciones por esta gran feria que sirve como mero escaparate para vendar una ciudad, un producto o marca de cualquier localidad. Y eso es lo que ha hecho nuestro alcalde.

Voy a intentar ser algo más benevolente con él, aunque me cuesta bastante, no solo porque no comulgo con sus ideales, que me pueden parecer mejor o peor; sino por el simple hecho de su comportamiento y formas, en actos públicos donde se juega la credibilidad de una ciudad tan importante como Cádiz.

No sé si han leído la prensa de los últimos días los medios de comunicación, donde los mismos sacaban al alcalde, mostrando sus dotes interpretativas carnavalescas, vendiendo la capital gaditana al ritmo del tres por cuatro. Llama mucho la atención que un político utilice este tipo de sistemas para llegar a los posibles interesados en nuestra localidad. Así las cosas y con la frase “Cádiz no se habla sino se canta”, ni corto ni perezoso, el Sr. González se arranco con un pasodoble ante la prensa allí presente.

Arrancó aplausos de los atónitos foráneos que no daban crédito a lo que allí estaba sucediendo y comenzaban las críticas de los que ya lo conocían y tampoco quería creer lo que estaban viendo. Pues bien, después de haber visionado el vídeo una y otra vez, he de sacar una conclusión. La idea de vender la ciudad con letras de Carnaval estuvo muy pero que muy bien, lo único que si eso lo hace una agrupación contratada para resaltar la figura de las fiestas en el stand habilitado para ello, habría quedado mejor. A veces las apariencias son las únicas que hablan por sí sola de las personas. 

En esta ocasión aunque me parece desacertada la actuación del alcalde cantando coplas en un evento de tanta envergadura, también he de decir que ha marcado historia, con esta mítica forma de sacar a relucir los encantos de Cádiz.

Es cierto que las formas le pierden, pero esta vez su arte chirigotero aunque no de buen político, ha marcado un antes y un después en las exposiciones institucionales que se hacen en Fitur cada año. Más que un máximo responsable de una ciudad, parecía un auténtico producto de marketing diseñado para la cita con el público asistente a la feria turística.

Críticas para todos los gustos. Buenas y malas, pero estarán conmigo en que una vez más la capital vuelve a ser noticia y expuesta de forma gratuita en los medios.